(Guayaquil, 23/04/2020).- El delantero Romelu Lukaku confesó que a finales de enero, días antes de que se confirmara el primer caso de coronavirus en Italia, en el Inter de Milán “todos tosían y tenían fiebre”.
Durante una charla vía Instagram con la presentadora Kat Kerkhofs, el futbolista belga detalló que después de las vacaciones de Navidad la mayoría de los jugadores estaban enfermos.
Juro que 23 de los 25 jugadores estaban enfermos, no es broma. Jugamos en casa contra el Cagliari y después de 25 minutos Skriniar tuvo que abandonar el campo. No pudo continuar y casi se desmaya”, dijo.
Lukaku señaló que después del partido contra el Cagliari, realizado el 26 de enero, hubo una cena, pero que él prefirió irse a su casa porque se sintió mal y presentó más fiebre de la habitual.
A decir del futbolista, en el Inter de Milán tuvieron COVID-19, aunque nunca lo sabrán con certeza porque “nunca nos hicieron la prueba del coronavirus en ese momento”.
Actualmente, al delantero le preocupan su madre e hijo, con quienes no puede convivir debido al confinamiento por la pandemia.
Mi madre tiene diabetes, esta es mi mayor preocupación. Ella es mi mejor amiga, cada cuatro horas la llamo para ver si necesita algo, y por supuesto que extraño más a mi hijo Romeo”, aseguró.
Con información de ABC
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