La tarde de este martes, el Liverpool remontó y venció 2-1 al Milán en Italia y termino la fase de grupos de la Champions League con puntaje perfecto.
El triunfo inglés condenó al Milan, que empezaba esta cita con opciones de pasar a octavos y que acabó como colista de su grupo, fuera de todo, pero igualmente ovacionado por San Siro.
Klopp rotó a toda su defensa titular, dejando incluso en Liverpool a Van Dijk, Henderson y Jota, y apostó por el joven Tyler Morton en el centro del campo, pero no renunció a Momo Salah y a Sadio Mané para la visita a la «Scala del Calcio», donde se reunieron trece Copas de Europa, siete del Milan y seis de los Reds.
Solo le valía con ganar, y esperar buenas noticias de Do Drago, a un Milan que arrancó fuerte y que soñó con obrar el milagro cuando el inglés Fikayo Tomori, en una acción a balón parado, recogió un mal rechace de Alisson y adelantó al Milan a la media hora de partido, desatando la euforia de la hinchada milanista.
Pero, aún sin despeinarse, el Liverpool jugó un buen fútbol, apoyándose en Salah por la banda izquierda y en la técnica de Divock Origi, cuyos minutos en el campo valen oro para los hombres de Klopp.
Y fueron precisamente el egipcio y el belga los protagonistas de la remontada inglesa. Salah igualó en el minuto 36 al rematar un rechace central del portero francés Mike Maignan, mientras que en la reanudación fue Origi en anotar de cabeza la diana del 2-1.
Su gol llegó en un momento de distracción del Milan, quizás dolido psicológicamente por la noticia del gol del francés Antoine Griezmann que daba ventaja al Atlético en Do Dragao.
Un evitable error en fase de salida de balón liberó el disparo de Mané que, repelido centralmente por Maignan, acabó en la cabeza de Origi, quien lo empujó al fondo de las mallas.
La ventaja permitió a Klopp gestionar energías y el encuentro de Salah y Mané acabó en el minuto 64, mientras que un cuarto de hora después también dejó el terreno de juego Origi, ante un Milan que empujó con coraje, pero que se topó con un brillante Alisson.
El meta brasileño le negó el empate al marfileño Frank Kessie en un mano a mano y certificó el pleno del Liverpool, a costa de un Milan eliminado.
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