La tarde de este sábado, Fluminense conquistó su primera Copa Libertadores, al vencer en la gran final a Boca Juniors en los alargues por 2-1 en el mítico Maracaná.
Fue un comienzo de menos a más, en donde Fluminense tuvo las ocasiones más claras y fue a buscar más frente al arco, con un Boca que optó por replegarse y confiar más en los contraataques.
Una de las primeras ocasiones fue del siempre peligroso Germán Cano, quien se atrevió desde lejos a los 21’, pero con un zurdazo que se marchó desviado. Luego, prosiguió a los 35’ Nino, tras córner de Marcelo, pero su cabezazo también se marchó por la línea de fondo.
Sin embargo, insistencia tras insistencia, llegó el primero del ‘Flu’ a los 36’ gracias al infaltable Germán Cano. Una pared por derecha entre Arias y Keno, y el centro de éste hacia atrás para el remate del argentino que desató la algarabía de la hinchada brasileña.
Boca salió con una actitud más agresiva en el segundo tiempo donde tuvo muchas más ocasiones que en la primera parte. Aquellas comenzaron con un disparo de Medina a los 50’ que detuvo Fabio, y luego a los 56’ con un tiro de Advíncula que, tras sacarse a Marcelo, remató al lateral de la red.
Así, cuando era más Boca y se quedaba un poco más el ‘Flu’, llegó el tanto del empate gracias a un golazo de Advíncula a los 73’. El lateral peruano recibió por el costado de Medina, recortó al centro y sacó un zurdazo al ángulo, inatajable para Fabio.
Así, con buenas ocasiones de gol para ambos, el encuentro se fue al tiempo extra.
Esta partió con un buen remate de Keno desde lejos que, sin muchos problemas, logró contener Romero. Fluminense comenzaba a pagar el costo de un gran gasto físico, ante un Boca que reservaba algo de energías.
No obstante, a pesar de aquello, el ‘Flu’ logró anotar el segundo tanto de la calma en lo que fue un golazo de John Kennedy. Una jugada donde Keno le dejó el balón a placer al joven de 21 años frente a la portería, y éste batió a Romero con un furioso zapatazo que significó el tanto de la victoria.
Eso sí, fueron los últimos minutos de infarto ya que, en la celebración del gol, Kennedy vio la segunda tarjeta amarilla lo que significó su expulsión, y uno menos para su equipo a caso 20’ del término.
Por otra parte, Boca no pudo aprovechar el hombre de más en cancha y, peor aún, debió jugar también con uno menos debido a la expulsión de Frank Fabra. El colombiano vio la tarjeta roja directa por un manotazo a Nino, lo que fue corroborado por el VAR.
Así, con últimos minutos de infarto, una ocasión más de gol para el ‘Flu’ que dio en el palo, y Boca que presionó en cancha rival, el encuentro terminó con todo el festejo para Fluminense.
Es la primera Libertadores en la historia del club, la cual logra levantar tras el subcampeonato de 2008. Por su parte, Boca Juniors volvió a perder una final, tras la del 2018 en Madrid ante su clásico rival, River Plate, y deberá volver a pelear en otra edición por la esquiva “séptima”.
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