El australiano Oscar Piastri ganó el Gran Premio de Baréin, el cuarto del Mundial de Fórmula Uno, disputado en el circuito de Sakhir, donde su compañero, el inglés Lando Norris, mantuvo el liderato del campeonato al acabar tercero.
El trabajo del australiano fue superlativo. Y por dos motivos: porque se mostró absolutamente dominante y abrumador y todo lo bueno que hizo fue justamente la enorme contracara de todo lo malo que hizo su compañero Lando Norris en Sakhir. Allá por febrero, antes del arranque de la pretemporada, todos suponían que McLaren tendría el mejor auto de la parrilla. Y se cumplió. Entre su pareja titular, Norris, por estar en su séptima temporada con los de Woking, se esperaba que fuera el 1. Sin embargo, Piastri mandó un aviso en los test de Baréin antes del arranque del Mundial: “Puedo ser campeón del mundo”, avisó. Y lo está mostrando en pista.
Oscar Piastri no tiene el carisma de su compañero ni sonríe tanto. Sacarle palabras cuesta mucho, lejos del estilo locuaz de Lando. Pero Oscar tiene un instinto asesino total, ese que tuvieron los grandes campeones de F1 y que se debe tener para dominar. Para los que duden, con solo mirar para atrás en este siglo, aparecen unos chicos de nombre Max Verstappen, Lewis Hamilton, Fernando Alonso, Michael Schumacher… Y Sebastian Vettel, el dominador total, hasta que su talento se reconvirtió cuando empezó a ser más bondadoso. Piastri no deja pasar oportunidades y recién acaba de cumplir su 50ª carrera en F1.
Los logros de Oscar Piastri como profesional
El australiano fue campeón de F3 y F2 en años consecutivos (2020 y 2021) y se le plantó a Alpine (era integrante de su programa júnior) cuando lo anunciaron como titular para 2023 después de que Alonso anunciara su salida para mudarse a Aston Martin. Claro, el equipo francés tenía solo una carta de intención con Piastri y su mánager, Mark Webber levantó el bolso y firmó con McLaren. Ya de entrada mostró que llegaba para competir, no para ser un simple escudero de Noris.
El arranque de la temporada 2025 fue complicado para Oscar. Justo en la carrera de su caso terminó despistado bajo la lluvia y la imagen de su MCL39 patinando en el pasto dio la vuelta al mundo. Fue justo en ese momento donde salió a mostrar su fiereza, su talento y su cabeza férrea. Porque ganó en China, fue tercero en Japón detrás de Norris (con más ritmo, pero frenado por el equipo) y en Baréin volvió a celebrar. Dos éxitos en cuatro carreras para ya estar a solo tres puntos de su compañero, quien no para de mostrar flaquezas.
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El fin de semana de Sakhir lo empezó a dominar en la clasificación al lograr la pole. En carrera, Piastri vivió en un mundo paralelo. Mientras detrás se batallaba por los otros escalones del podio y hasta por dirimir quiénes se meterían en la zona de puntos, Oscar estaba en otra historia. Tanto, que la TV oficial cometió el sacrilegio de no mostrarlo cuando cruzó la meta. Optaron por seguir en primer plano el duelo final de Russell y Norris por el segundo lugar. Tal vez fue un error, quizás lo hicieron adrede porque el australiano no es de los más carismáticos. Pero si a alguien le quedaban dudas de que aquellos dichos de Piastri de febrero, cuando dijo “puedo ser campeón del mundo”, las va despejando en cada fin de semana.
“Fue un fin de semana increíble, empezando con la clasificación, fue muy lindo todo. Estoy muy orgulloso. Esta es una carrera siempre muy importante para nosotros acá en Baréin, por los propietarios. No puedo terminar de agradecer al equipo por haberme dado un auto tan bueno”, dijo Piastri. La salida del auto de seguridad podría haberle representado un problema, porque viajaba en otro mundo. “Hubiera preferido que no saliera, pero estaba tranquilo porque tenía buen ritmo. No iba a perder esta carrera, se celebrará, pero no mucho porque hay otra carrera en una semana”, cerró.
La victoria de Piastri tiene valor por varios puntos: le regaló la primera victoria a McLaren en su casa, consiguió la tercera del equipo en cuatro citas, se convirtió en el más ganador del año, dejó más en evidencia la catarata de errores de su compañero y mostró que tiene todo para ser campeón.